VOS TENDRÍAS QUE...

Reynaldo Ortiz* dice que nuestro sentido común apunta a verdades indiscutibles y que no rozan duda alguna. Su existencia en las sociedades es indiscutible, y aunque los parámetros son adversos y hasta soezmente distantes (democracia, fundamentalismo, libertinaje, castidad) el punto tangencial de contacto existe por el mero hecho de usarla. Referenciar a la verguenza ajena como aquello que juzgamos, criticamos y desnivelamos del status de correcto (esto querido lector lo resolveremos más adelante) puede sobrellevar al fanatismo de la perfección. Si pudierámos decir en otras palabras que es la verguenza ajena, la distribuíriamos entre lástima y prejuicio. El sentido común se contrae y juzga. En conclusión, lo correcto para alguien puede verse discolo; Y están bien las dos posiciones. Calmar las ansias de corregir todo y evidenciar más la calidad de nuestros actos, es un buen primer paso para ejercitar el buen uso del sentido común.

*escritor y psiquiatra