9 feb 2008

Capitulo VI de la enciclopedia Pizzini Ilustrado: la historia del porno

La primera actriz porno tuvo la desgracia de morir en un frenetico DP con dos negros africanos, y luego de pasar penurias como cagar por un brazo durante tres meses y morir sin haber caminado hasta su deceso, falleció al ver una morcilla de asado. Es más: a su funeral fueron todos vestidos de amarillo como para evitar ofender a la occisa, que la pasó bastante negra (sic). Los actores porno negros se sintieron discriminados y enojados a la vez, así que decidieron primero protestar ante la ONU y luego violar cuanta mujer blanca se cruzase. Cuando el hombre blanco intenta incursionar en el séptimo arte se da cuenta de la similitud al tercer tiempo de cualquier deporte masculino; luego de setenta y tres brindis con el equipo si es mina mejor. Así que no le hace asco a nada dando lugar a la zoofilia. La zoofilia se distingue del bagallismo puesto que el primero no implica un intercambio de celulares con el animal amado. Aquí podríamos acotar que el sexo siempre es el mismo. Lo que varían son las personas que pasan por nuestra cama. Más adelante, cuando la morbosidad pide cancha, los cementerios se convierten en burdeles necróticos. Las personas que participan en dicho acto la tienen muerta, salvo casos de extremos empalamientos donde el hombre expira excitado. El problema de enterrar estos cadáveres es que rara vez se ha podido tapar los cajones. Pasados los años, cuando la mujer complace al hombre tocándole su punto G, se nota confundida, puesto que al principio gozaba pero luego enfurecía de que su Juan se convertía por las noches en Jeniffer. En su idea misma, el sexo anal es como pasarse una salida: se acabará inevitablemente por colectora. Los travestis, cuya palabra deriva del latín melastrabus enlaspantis, tienen dos generos a distinguir: el camionero de tanga y el que de lejos y con cinco fernet parece mina. Este úlitmo trajo muchos problemas a la comunidad alcóholica cuando descubrían que luego del acto sexual su amante no sufría de hemorroides precisamente. Las empresas más beneficiadas con este negocio fueron sin duda las que venden zapatos y botas pues es lo único que resulta puesto a lo largo del show. Muchas mujeres que se sentían disminuídas respecto de su apariencia tocaron el cielo con el phone-sex. Una especie de encuentros eróticos totalmente hablados donde dichas señoritas emitían gemidos de placer mientras, por ejemplo, hacían milanesas, y donde curiosamente el usuario también manipulaba bofe. Las orgías, que datan antaño, posibilitan la sociabilidad, salvo cuando se trate de trencitos; donde solamente se contará con la nuca del compañero y un terrible dolor posterior. La onda swinger deriva de esta rama con la diferencia que siempre deben resultar pares.





PETE COLLINS*: Protagonista de la versión condicionada de "ALF, el comefelpudo!!"
*Nota: Los editores de esta publicación juran no haberse ido de mambo con el cartel.