Tardes de perro...

En resumidas cuentas Pizzini y yo estuvimos distantes de Internet (y de todo) porque algunos chinos que teníamos laburando en el sótano de contrabando se nos rajaron cuando les llevamos la única ración diaria de alpiste que recibían. Parece que nos denunciaron, y como ya habíamos quedado pegados con la cana cuando Pizzini en estado de ebriedad le pegó a una monja creyendo que era Batman, estuvimos algunos días a la sombra.
Yo salí ilesa pero a Pizzini le están desenterrando un mastil del uquelele, porque hasta donde se, se agarró con unos barras del ciclón y les dijo: "Ustedes tienen menos copas que un bazar de Colombraro, manga de p...., vengan que me los banco a todos juntos". Y ahí nomás le metieron la bandera entre cuatro. Yo me hubiese quedado violín en bolsa, sabés lo que debe doler un mastil de esos???
Todavía sigue internado y le dijeron que no haga esas cosas. Yo estoy en la sala contigua porque el oriental que me apretaba tenía una enfermedad contagiosa letal que contrajo comiendo milanesa de pez globo. Cuando se nos pase la racha de mala suerte, seguiremos posteando. Me voy rápido a ver si me electrocuta el teclado!

De Boedo vengo,
ay que pedo tengo
a la cancha voy,
a ver al ciclón
lara lara lala borracho,
lara lara lala borracho,
lara lara la borracho
pero del ciclón.

Poema telúrico "De Boedo Vengo" por la Sinfónica de Almagro